MARINERO CANSADO EN EL OCÉANO TEMPESTUOSO DE LA VIDA
«Hijo mío, no lo ignores cuando el Señor te disciplina, y no te desanimes cuando Él te corrige. Porque el Señor corrige a los que ama, así como un padre corrige a un hijo en quien se deleita.» Proverbios 3: 11-12A A los hijos de Dios, las aflicciones se envían en misericordia. Están dirigidos por el…